Josmarmay
Un videoaficionado consiguió filmar pocos minutos después de que se registrase un terremoto de magnitud 7 en la Isla de La Española, que ha reducido a escombros la capital de Haiti, Puerto Príncipe. En el vídeo se puede escuchar el nerviosismo con el que han vivido el terremoto los supervivientes. En las imágenes se puede ver la polvareda levantada después de que cientos de edificios se hayan venido abajo.




4. Noticias de rescates por cooperantes españoles

Bomberos españoles logran rescatar a un niño de dos años en Haití


"Resulta difícil ver las fotos sin que las lágrimas se abran paso. Lágrimas de alegría, de emoción, porque entre el horror tras el terremoto de Haití se ha abierto paso la vida. Y porque esa vida era muy corta para dejarla bajo los escombros, aunque otras muchas no han tenido tanta suerte.

Reggie no lo sabe, pero tiene una segunda oportunidad para crecer. Con sólo dos años, ha soportado dos largos días bajo los escombros. Su milagro tiene nombre español.
O mejor, dicho, nombres: Félix del Amo, Carlos Adewunmi, y los otros bomberos españoles que han llegado -procedentes de Castilla y León- hace sólo unas horas a Puerto Príncipe y que ya han logrado rescatar a cinco personas.
Entre ellas, a un pequeño de mirada asustada que se aferra buscando seguridad al hombro de su salvador y que sólo borra el miedo de su cara cuando su ángel de la guarda, con casco y vestido de azul, le deja en manos de sus padres.

Ni Félix, ni Carlos, ni el equipo de bomberos belgas que estaban trabajando con ellos y que han colaborado para hacer posible el milagro olvidarán, posiblemente, esa sonrisa. Ni esos brazos que buscaban protección. Ni la cara de sus padres cuando les entregaron a su hijo. Daphnee Plaisin y Reginald Claude lo han perdido todo. Pero han logrado conservar lo más importante de sus vidas.

Reggie soportó 48 horas bajo toneladas de escombros, al lado de dos cadáveres. Posiblemente lo olvidará con el tiempo. Pero su generación está irremediablemente marcada por una tragedia que estremece, que sacude conciencias y que despierta la solidaridad porque nadie puede quedar indiferente ante tanto horror.

Félix, Carlos, y todo el equipo de bomberos seguirán buscando vida entre la muerte hasta que el reloj les haga entender que ya no hay nada que hacer, hasta que los gritos se apaguen entre las piedras. Les queda por delante un trabajo duro, muy duro. Física y psicológicamente. Volverán, probablemente, marcados por la tragedia.

En Puerto Príncipe se quedará Reggie. Aprendiendo a crecer, probablemente, sin infancia. Pero vivo. Y con sus padres. Algún día sabrá dónde está España. Y el por qué."

5. Situación sanitaria en estos momento.

Un médico del SAMUR, Fernando Prados, cuenta su experiencia vivida allí en Haiti: "Nos encontramos una situación sanitaria dantesca y brutal. Jamás había visto nada igual". Prados ha relatado que su equipo trabaja en el hospital La Paz de Puerto Príncipe junto a médicos cubanos, donde tuvieron que establecer un protocolo de actuación ante tanto caos: "Jamás había visto patologías tan brutalmente graves en un volumen de pacientes tan enorme y con muy poca capacidad de atención". También ha indicado que han visto "más amputaciones que en toda nuestra vida", ya que un gran número de las fracturas abiertas han causado infecciones que han exigido la amputación. Además, la mayoría de los pacientes tienen entre 9 y 40 años y gran parte son niños, por lo que la situación es "absolutamente extrema".

Por otra parte, Médicos del Mundo advierte de que la falta de material médico sobre el terreno, principalmente antibióticos y antisépticos, está obligando a los médicos que atienden a las víctimas del terremoto de Haití a practicar cientos de amputaciones que en otras circunstancias no serían necesarias.

En el hospital general de Puerto Príncipe, donde un equipo quirúrgico de la ONG trabaja desde el sábado, la situación es muy difícil, explica el comunicado, precisando que el patio está invadido por camas improvisadas y dado que la morgue está llena, los cadáveres se pudren en el suelo junto a los heridos.
También el personal sanitario está teniendo numerosos problemas de abastecimiento y de condiciones de trabajo. "Dormimos en el suelo junto con otros cooperantes y periodistas y contamos con poca agua y casi nada de comida", ha lamentado el jefe de la misión.